El histórico ex jugador de la ACB Enrique “Quique” Fernández (Cáceres, 1967), ha participado como invitado de excepción en el pasado Campus de Tecnificación ASIS Sport de Málaga, celebrado en julio. Su capacidad para motivar y sus consejos y recomendaciones calaron hondo y han sido de gran ayuda a los jóvenes “campers” que progresan como deportistas.
Pero es lógico, porque Fernández tiene mucho que transmitir tras 15 temporadas como profesional del baloncesto entre 1986 y 2001 (Maristas Málaga 1ªB y ACB, Cáceres ACB, y Murcia y León LEB) y 389 partidos jugados en la considerada mejor liga nacional de Europa. Es en la especialidad del tiro de tres puntos, con un 43% de acierto y nada menos que 611 anotados, donde figura destacado en la estadística histórica de la ACB. Además, logró la internacionalidad con la selección española U22 y el bronce en el Mundial 1989 de la categoría.
Pero más allá de números y palmarés, el extremeño tiene el enorme mérito de haber formado parte de la élite del basket nacional y de ser profeta en su tierra. Es un fiel defensor de la tecnificación para la evolución del deportista y una persona cargada de valiosa experiencia para orientar al jugador hacia la adecuada toma de decisiones en todas sus etapas de desarrollo, incluso una vez alcanzada la hora de cambiar la actividad deportiva profesional por el mundo laboral.
1. Empecemos hablando de su visita a los Clinic ASIS Sport ¿Qué les transmite a los alumnos? ¿Cómo valora la iniciativa formativa y de desarrollo del deportista que proponen ASIS y Anicet Lavodrama?
Mi idea fue hacerles ver el valor de la tecnificación en el proceso de formación de un jugador de baloncesto para su desarrollo como tal, e intenté ponerle como ejemplo mi caso particular como jugador de baloncesto. La importancia de la repetición y el trabajo de los fundamentos técnicos individuales.
Lo valoro como una iniciativa excepcional ya que ponen al alcance de los deportistas unas herramientas de trabajo novedosas que les dan ventaja en su desarrollo como jugadores de baloncesto.
2. ¿Cómo fue su participación en la Copa Colegial? Valore la importancia de la competición escolar. ¿Qué consejos daría a los padres?
Fue una experiencia muy positiva debido a la excepcional organización, competitividad y ambiente en una competición muy igualada donde todos los participantes estaban muy involucrados y motivados, debido a que todos se sentían importantes.
Les aconsejaría que vieran el baloncesto como un proceso de formación paralelo al académico donde se obtienen valores y conocimientos diferentes, que a su vez les serán útiles en su formación como persona.
3. Ha tenido una longeva carrera: 11 temporadas ACB / 4 1ªB+LEB Oro / 4 equipos distintos / Cerca de la marca histórica de los 650 triples en ACB ¿Satisfecho de su etapa como jugador profesional?
Desde un punto de vista global podría decir que si estoy satisfecho con mi carrera deportiva. Pero analizándolo mas minuciosamente, entiendo que podría haber sido mas importante en diferentes etapas de mi carrera deportiva, donde por diferentes causas, aunque siempre imputables a mí (a pesar de que los jugadores nunca nos creemos los culpables y tendemos a buscar excusas y culpar a entrenadores, directivos, prensa, representantes …), no tuve la cantidad de minutos en pista que me hicieran sentir que estaba haciendo bien mi trabajo.
4. ¿Echa de menos las canchas? ¿Haría algo diferente si volviera atrás y fuera otra vez jugador júnior?
Sí echo de menos mi profesión como jugador de baloncesto, sobre todo la época de la pretemporada, conocer nuevos compañeros, primeros partidos, viajes, todo ese universo que te rodea desde que empiezas a competir a temprana edad y de buenas a primera cambia tu vida para empezar otra etapa totalmente diferente.
Sí haría muchas cosas diferentes viéndolo ahora con perspectiva y con la experiencia hubiera aprovechado mucho mas mis épocas de descanso para entrenar tanto mi tecnificación como el plano físico y alimentación.
5. Tuvo una evolución llamativa desde las posiciones interiores a convertirse en un escolta, casi especialista en el triple… Cuéntenos, cuando y como se adaptó al cambio.
Mis inicios en edad formativa, poniendo como antecedente que fue hace muchísimo tiempo, fue jugando de ala-pívot hasta la edad junior, pero hubo un momento en el que tuve una conversación con mi entrenador Javier Imbroda donde llegamos a la conclusión de que si quería evolucionar y poder llegar a la élite tendría modificar mi posición a posiciones exteriores. A partir de ahí empezó un proceso de cambio a través de entrenamientos de tecnificación muy individualizados para conseguir esa evolución que coincidió en el tiempo con la incorporación de la línea de tres puntos al baloncesto moderno.
6. Llegó a ser internacional en una categoría de formación ¿Cómo le fue con la selección U22?
En aquel momento de mi vida supuso para mi un gran impacto, por el reconocimiento que se le estaba dando a mi trabajo y poder compartir con los mejores jugadores nacionales de la época. Ocurrió cuando se celebraba un campeonato del mundo y pude comparar mi juego con el de los mejores jugadores de aquel contexto deportivo. Conseguimos la medalla de bronce y recuerdo con especial cariño el haber metido la última canasta contra la selección de Grecia en el partido por el tercer y cuarto puesto.
7. Hoy en día parece que el tiro a canasta sólo es rentable con “spacing” para anotar bajo el aro o desde el triple ¿Cómo valora la evolución del juego y como afecta esto al tirador en sus etapas de desarrollo?
Entiendo que forma parte de la evolución que ha experimentado el baloncesto hacia un juego más físico y quizás menos técnico, siguiendo un poco el modelo americano, impuesto por el dominio de las competiciones internacionales de los jugadores estadounidenses. Creo que afecta negativamente ya que en algunas ocasiones se prescinde un poco de la formación técnica (lo cual según mi punto de vista es importantísimo) a favor del físico.
8. Sentirse un jugador muy querido por la afición como en Cáceres (7 temporadas) debió ser estupendo ¿Es fácil ser profeta en tu tierra como le pasó a Villacampa, Lalo…?
Creo que es un proceso natural, por lo menos en mi caso lo fue, donde viene dado por la forma de jugar, comportarte en el campo, atender a los medios de comunicación, ser cercano con los aficionados, en resumen involucrarte en tu entorno y tu ciudad de una forma sincera, natural y emocional.
9. Usted logró adaptarse bien desde la vida de deportista profesional al mundo de la empresa, no todos lo han conseguido ¿Cuáles son las dificultades en la transición del deportista profesional a la vida normal una vez retirado? ¿Cómo se preparó para esa transición? ¿Se sintió descolocado y/o afectó a su familia?
Creo que las dificultades con las que se encuentra un deportista de élite cuando se retira es que no es capaz de ver el final de su vida deportiva y por tanto, cuando esto sucede, le pilla un poco de improvisto, sufriendo cambios trascendentales en un breve espacio de tiempo. El no saber anteponerse a esos cambios puede ser lo que te genere problemas.
En mi caso la clave fue ser previsor con mi retirada y mi futuro profesional y decidir cuando quería que ocurriera y no verme obligado a que sucediera. Partiendo de esa premisa me preparé y mentalicé para ese cambio. El primer paso que di con mucho tiempo de antelación fue prepararme académicamente estudiando Ciencias del Deporte, aunque al final no pude terminar la titulación. Mi idea era también seguir ligado de alguna manera al baloncesto y más concretamente a la gestión deportiva, de hecho el último año en Cáceres en ACB me ofrecieron la dirección deportiva del club, pero por circunstancias y que además todavía me apetecía seguir jugando profesionalmente, no acepté la propuesta y entonces seguí jugando dos años más. Coincidiendo con esa circunstancia un compañero de equipo y amigo me ofreció la posibilidad de emprender un proyecto empresarial muy interesante que a la vez me dejaba seguir disfrutando de mi profesión como jugador, por lo cual me embarque en ese proyecto paralelamente a mi continuidad como baloncestista profesional. El proyecto consistía en una plataforma para coger experiencia y a la vez moverme en otro ámbito diferente al que estaba acostumbrado. La experiencia empresarial fue sin duda muy enriquecedora y eso me animó a emprender otras de una forma independiente, una vez me retiré como jugador profesional de baloncesto.
En cuanto si me afectó o no la verdad es que sólo lo hizo moderadamente, debido a lo que anteriormente he explicado. Mi familia al igual que yo estábamos mentalizados y preparados, y como los dos últimos años de mi carrera como jugador de baloncesto compaginé deporte y tareas laborales, todo fue mucho más natural y menos brusco.
Enrique Fernández: “ASIS Sport ofrece a los deportistas herramientas de trabajo que les dan ventaja en su desarrollo como jugadores de baloncesto”